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Referencias Cruzadas

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Isaías 41:13

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Porque yo, el Señor, te cogeré de la mano y te diré: “¡No tengas miedo! Yo mismo te ayudaré.

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16 Referencias Cruzadas  

Porque él defiende al necesitado, y lo salva de aquellos que lo condenan.

El Señor está conmigo, Él me ayudará. Y veré a todos los que me odian derrotados.

Me aferro a ti y tus fuertes brazos me levantan.

Sin embargo, siempre estoy contigo, y tú sostienes mi mano.

Pero Moisés le dijo al pueblo: “No tengan miedo. Quédense donde están y verán cómo el Señor nos salvará hoy. Los egipcios que ven ahora, ¡no los volverán a ver nunca más!

Moisés les dijo: “No teman, porque Dios sólo ha venido a probarlos. Quiere que le tengan miedo para que no pequen”.

¡No tengan miedo, porque yo estoy con ustedes! No tengan miedo, porque yo, su Dios, los haré fuertes, y ciertamente los ayudaré. Los apoyaré con mi mano fuerte, actuando a favor de lo que es justo.

“Yo, el Señor, te he llamado para que demuestres lo que es correcto, y te llevaré de la mano. Te cuidaré y te daré como señal de mi acuerdo con los pueblos y como luz para las naciones.

Le diré al norte: ‘¡Entréguenlos!’ y al sur: ‘¡No los detengan!’ Hagan volver a mis hijos de lejos y a mis hijas de tierras lejanas.

Esto es lo que dice el Señor a Ciro, el que ha ungido, a Ciro, cuya mano derecha he agarrado para dirigirlo a derrotar naciones y debilitar reyes, para abrir ante él puertas y portones que no se cerrarán.

De todos tus hijos que tuviste, no queda ninguno que te guíe. De todos los hijos que criaste, no hay ninguno que te lleve de la mano.

Por lo que a ti respecta, siervo mío Jacob, no temas, declara el Señor, Israel, no te desanimes. Prometo salvarte de tus lejanos lugares de exilio, a tus descendientes de los países donde están cautivos. Los descendientes de Jacob volverán a casa con una vida tranquila y cómoda, libres de cualquier amenaza.

Pero ustedes, descendientes de Jacob, mi siervo, no tienen que tener miedo. Israelitas, no tienen que desanimarse. Prometo rescatarlos desde sus lejanos lugares de exilio, a sus descendientes desde los países donde están cautivos. Volverán a casa, a una vida tranquila y cómoda, libre de cualquier amenaza.

Tal como se los prometí cuando salieron de Egipto, mi Espíritu sigue entre ustedes. ¡No teman!

Pero el Señor estuvo conmigo y me dio fuerzas para declarar todo el mensaje, de modo que los extranjeros pudieron oírlo. ¡Fui rescatado de la boca del león!




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