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Referencias Cruzadas

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Isaías 40:24

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Apenas si están plantados, apenas si están sembrados, apenas si echan raíces, cuando sopla sobre ellos y se marchitan, y el viento se los lleva como paja.

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28 Referencias Cruzadas  

El Señor rugió, y con el viento del aliento de su nariz se vieron los valles del mar y se descubrieron los cimientos de la tierra.

Así que Jehú mató a todos los que quedaban en Jezrel de la casa de Acab, así como a todos sus altos funcionarios, amigos cercanos y sacerdotes. Esto dejó a Acab sin un solo sobreviviente.

¿Son arrastrados como paja en el viento? ¿Viene un tornado y se los lleva?

Un soplo de Dios los destruye; una ráfaga de su cólera los aniquila.

Enreda sus raíces entre las piedras y se aferra a la roca.

Antes de que la olla de espinos ardientes se caliente, sea que estén frescos o secos, Dios los esparcirá.

Dios mío, hazlos como torbellinos que giran, como pajas arrasadas por el viento.

Cuando el pánico caiga sobre ustedes como una tormenta, y la angustia los golpee como un torbellino. Cuando sobre ustedes venga el dolor y lamento,

En cambio, juzgará a los pobres con justicia, y tomará decisiones justas en favor de los desamparados de la tierra. Golpeará la tierra cuando pronuncie el juicio, y ejecutará a los malvados con sólo una palabra de sus labios.

aunque las hagan crecer el día que las siembren, y las hagan florecer en la mañana que las ssiembren, su cosecha se amontonará de problemas en un día de dolor y de pena que no se puede curar.

Las naciones rugen como el estruendo de las olas que chocan. Pero él se enfrenta a ellos, y huyen lejos, arrastrados por el viento como la paja de los montes, como las plantas rodadoras arrastradas por la tormenta.

El lugar de incineración ha sido preparado hace mucho tiempo, listo para el rey. Su pira fúnebre es profunda y ancha, y tiene mucho fuego y leña. El soplo del Señor le prende fugo, como un torrente de azufre ardiente.

Mira, voy a asustarlo: oirá un rumor y tendrá que volver a su país. Cuando esté allí lo haré matar a espada”.

La hierba se marchita y la flor se desvanece cuando el Señor sopla sobre ellos. Sí, las personas son como la hierba.

Los arrojarás al aire, el viento se los llevará y una tormenta los dispersará. Entonces te alegrarás en el Señor, y te jactarás del Santo de Israel.

Quien ha animado a este del este que es llamado al servicio de Dios para hacer lo que es correcto? Le da naciones, y le ayuda a pisotear reyes. Los convierte en polvo con su espada, y los convierte en paja con su arco, llevados ante él por el viento.

Esto es lo que dice el Señor: Anota a este hombre como si no tuviera hijos. Es un hombre que no tendrá éxito en toda su vida. Ninguno de sus hijos tendrá éxito tampoco. Ninguno de ellos se sentará en el trono de David ni será rey en Judá.

¡Cuidado! El Señor ha enviado una furiosa tormenta, un tornado que gira en torno a las cabezas de los malvados.

Aunque prospere entre los juncos, un viento del este vendrá, un viento del Señor que se origina en el desierto secará sus fuentes y sus pozos se romperán. Yo robaré de su tesorería todo lo que tenga valor.

Por ello, serán como la niebla de la mañana, como el rocío de la madrugada, como la paja de la era que se lleva el viento, como el humo de una chimenea.

Esto es lo que el Señor ha dicho respecto a ti: No tendrán descendientes que lleven tu nombre. Yo destruiré los dioses en tus templos, todos los ídolos de madera y de metal. Cavaré tu tumba, porque te has depravado.

Esperaban mucho, pero miren, terminó siendo tan poco. Todo lo que trajiste a casa lo destruí. ¿Y por qué lo hice? Porque mi casa sigue estando en ruinas mientras que ustedes solo se preocupan en construir sus propias casas, declara el Señor Todopoderoso.

Con los vientos de una tormenta yo dispersé a las naciones donde vivían como extranjeros. La tierra que abandonaron se volvió tan desolada que ni siquiera los viajeros pasaban por ella. Convirtieron la Tierra Prometida en un desierto.

¡Entonces el Señor aparecerá sobre su pueblo y su flecha resplandecerá como relámpago! El Señor Dios hará sonar la trompeta y marchará como un vendaval que viene del sur.




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