Grito como un vencejo o un pájaro cantor, Gimo como una paloma. Mis ojos se oscurecen mientras miro al cielo. Me atacan, Señor, ¡ven y apóyame, por favor!
Todos nosotros gruñimos como osos y arrullamos como palomas mientras esperamos que se haga justicia, pero nunca sucede; esperamos la salvación, pero nunca la recibimos.
Nínive es como un estanque lleno de agujeros, y sus habitantes son como agua que se sale del estanque. “¡Deténganse! ¡Deténganse!” grita la gente, pero nadie vuelve su rostro.