La alegría y el gozo han desaparecido. Nadie celebra en los campos de cosecha ni en los viñedos; nadie grita de alegría. Nadie pisa las uvas en los lagares. Han dejado de alegrarse.
Voy a destruirlos, declara el Señor. No quedarán uvas en las vides, ni higos en los árboles; hasta las hojas se marchitarán. Perderán todo lo que les di.
Destruiré sus viñedos e higueras que decía haber recibido como pago por ser una prostituta. Los convertiré en matorrales y solo los animales salvajes comerán de los frutos que queden.
Los viñedos están resecos, y la higuera se marchita; los árboles de granada, palma y durazno, todos los árboles frutales se han secado, al tiempo que la felicidad del pueblo.
Aunque no haya flores en las higueras ni uvas en los viñedos; aunque no crezca la cosecha de olivo, ni haya animales en el corral, o ganado en los establos;
Sus posesiones serán saqueadas y sus casas quedarán destruidas. Construirán casas pero no vivirán en ellas. Plantarán viñedos, pero no beberán el vino.