Isaías 26:8

Versión Biblia Libre

Sí, seguimos tus instrucciones, Señor, ponemos nuestra esperanza en ti. Lo que más deseamos es acordarnos de ti y de tu maravilloso nombre.

Referencias Cruzadas

2 Samuel 23:5

“¿No es así mi familia con Dios? Porque él ha hecho un acuerdo eterno conmigo, detallado y con todas las partes garantizadas. Se asegurará de salvarme y de darme todo lo que quiero.

Salmos 106:3

Felices son esos que tratan a la gente de forma justa, quienes siempre hacen lo correcto.

Salmos 130:5

Yo espero en el Señor, espero ansiosamente, porque confío en su palabra.

Salmos 18:23

Me hallo sin culpa ante sus ojos; me mantengo firme ante el pecado.

Salmos 42:2

Estoy sediento de Dios, del Dios viviente. ¿Cuándo podré ir y ver el rostro de Dios?

Salmos 65:6

Tú hiciste las montañas con tu poder, porque eres fuerte.

Salmos 73:25

¿A quién más he de ver en el cielo si no a ti? Y en la tierra no anhelo nada sino a ti.

Salmos 84:2

Anhelo estar los atrios del Señor, agonizo de dolor por no estar en ellos. Mi mente y mi cuerpo cantan de alegría por el Dios viviente.

Éxodo 3:15

Entonces Dios le dijo a Moisés: “Diles a los israelitas: ‘El Señor, el Dios de sus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a ustedes. Este es mi nombre para siempre, el nombre con el que me llamarás en todas las generaciones futuras’.

Cantares 5:8

Mujeres de Jerusalén, prométanme que si encuentran a mi amor y no saben qué decirle, díganle que estoy débil de amor.

Isaías 12:4

En ese momento dirás: “¡Alabad al Señor, gritad su nombre! Cuenten a las naciones lo que ha hecho, que conozcan su carácter maravilloso.

Isaías 24:15

Desde el oriente glorifican al Señor; desde las orillas del mar alaban el nombre del Señor, el Dios de Israel.

Isaías 25:1

Señor, tú eres mi Dios. Te honraré y alabaré quien eres, porque has hecho cosas maravillosas que planificaste hace tiempo. Eres fiel y digno de confianza.

Isaías 25:9

En ese momento su pueblo dirá: “¡Mira! Este es nuestro Dios; hemos confiado en él y nos ha salvado. Este es el Señor que buscábamos. Ahora podemos alegrarnos y celebrar la salvación que nos trae”.

Isaías 26:13

Señor, Dios nuestro, ha habido otros señores además de ti que nos han gobernado, pero tú eres el único al que adoramos.

Isaías 30:18

Así que el Señor espera, queriendo ser bondadoso con ustedes, dispuesto a actuar para mostrarles misericordia, porque el Señor es un Dios que hace lo que es justo. Todos los que esperan en él son bendecidos.

Isaías 33:2

Señor, por favor, sé benévolo con nosotros; ponemos nuestra confianza en ti. Sé la fuerza en la que confiamos cada mañana; sé nuestra salvación en tiempos de angustia.

Isaías 49:23

Los reyes serán sus cuidadores de niños; las reinas serán sus enfermeras. Se inclinarán ante ti y lamerán el polvo de tus pies. Entonces sabrás que yo soy el Señor, y que los que confían en mí nunca se avergonzarán.

Isaías 51:4

Presta atención a mí, pueblo mío; escúchame, nación mía: Enviaré mi ley, y mi justicia será una luz para las naciones.

Isaías 56:1

Esto es lo que dice el Señor: Sigue la ley y haz lo que es correcto, porque pronto llegará mi salvación y se revelará mi bondad.

Miqueas 4:5

Aunque todas las demás naciones siguen a sus propios dioses, nosotros seguiremos al Señor nuestro Dios por siempre y para siempre.

Miqueas 7:7

Pero en cuanto a mi, yo pongo mis ojos en el Señor. Esperaré en el Dios que me salva. Mi Dios me escuchará.

Malaquías 4:4

Recuerden la ley de Moisés mi siervo que yo le di a él y a Israel para que la siguieran. Todas las instrucciones y ceremonias las enseñé en el Monte Sinaí.

Números 36:13

Estas son las órdenes y normas que el Señor dio a los israelitas a través de Moisés en las llanuras de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó.

Lucas 1:6

Ambos hacían lo que era recto delante de Dios, y eran cuidadosos en seguir los mandamientos del Señor y las normas.

Hechos 1:4

Mientras aún estaba con ellos los instruyó: “No salgan de Jerusalén. Esperen hasta recibir lo que el Padre prometió, tal como lo oyeron de mí.

Romanos 8:25

Como nosotros esperamos lo que no hemos visto todavía, esperamos pacientemente por ello.

2 Tesalonicenses 3:5

Quiera el Señor guiarlos a una comprensión más profunda del amor de Dios por ustedes y de la paciencia de Cristo.