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Referencias Cruzadas

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Isaías 22:11

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Construiste un embalse dentro de las murallas para las aguas del antiguo estanque, pero no respetaste a su Hacedor ni pensaste en Aquél que lo planificó hace tiempo.

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15 Referencias Cruzadas  

El resto de lo que sucedió en el reinado de Ezequías, todo lo que hizo, y cómo hizo el estanque y el túnel para llevar agua a la ciudad, están registrados en el Libro de las Crónicas de los Reyes de Judá.

Entonces se rompió la muralla de la ciudad, y todos los soldados escaparon de noche por la puerta entre las dos murallas junto al jardín del rey, aunque los babilonios tenían la ciudad rodeada. Huyeron en dirección al Arabá,

Pero ahora he elegido a Jerusalén para que se me honre allí, y he elegido a David para que gobierne a mi pueblo Israel’.

Después de él, Nehemías, hijo de Azbuk, gobernante de un semidistrito de Bet-Zur, reparó hasta un punto frente al cementerio de David, hasta el estanque artificial y la Casa de los Guerreros Poderosos.

En ese momento la gente le prestará atención a su Creador y mirará al Santo de Israel.

Revisaste el número de casas de la ciudad y derribaste algunas para proporcionar piedra para reparar los muros.

La tragedia se avecina para los que acuden a Egipto en busca de ayuda, dependiendo de sus caballos y confiando en todos sus carros y auriculares. No miran al Santo de Israel en busca de ayuda; no piden consejo al Señor.

El Señor responde: “¿No te has enterado? Lo decidí hace mucho tiempo; lo planeé en los viejos tiempos. Ahora me estoy asegurando de que ocurra, de que derribes las ciudades fortificadas hasta convertirlas en montones de escombros.

Entonces el Señor dijo a Isaías: “Toma a tu hijo Sear-Jasub contigo y ve al encuentro de Acaz. Estará al final del acueducto del estanque superior, junto al camino del campo de lavado.

Esperaré en el Señor, el que oculta su rostro a los descendientes de Jacob. Pondré mi esperanza en él.

Cuando Sedequías, rey de Judá, y todos los defensores los vieron allí, huyeron. Escaparon de la ciudad durante la noche por el jardín del rey, pasando por la puerta entre las dos murallas, y tomaron el camino del Arabá.

Pero en cuanto a mi, yo pongo mis ojos en el Señor. Esperaré en el Dios que me salva. Mi Dios me escuchará.




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