No se molesten en confiar en los seres humanos que sólo viven por un corto tiempo. ¿Acaso qué valor tienen?
Entonces el Señor formó al hombre Adán con polvo de la tierra. Y sopló en sus fosas nasales el aliento de vida, y Adán se convirtió en un ser vivo.
Murió todo ser vivo que estaba sobre la tierra y que podía respirar.
mientras tenga vida, mientras el aliento de Dios permanezca en mis fosas nasales,
No pongan su confianza en los líderes humanos. Ellos no pueden salvarnos.
La gente común son apenas un aliento, y los líderes son falsos. ¡Si los pusiéramos a todos juntos en la balanza, serían más livianos el aire!
¿Qué son los seres humanos para que pienses en ellos? ¿Qué somos las personas para que cuides de nosotros?
Es obvio que las naciones son sólo una gota en un cubo. Son como polvo en una balanza. Puede recoger las islas como si no pesaran nada.
Para él todas las naciones son como nada. Las considera menos que nada, como si no existieran.
Soy yo, sí, el que te consuela. ¿Por qué has de temer a los mortales que mueren como la hierba?
Esto es lo que dice el Señor: Malditos los que ponen su confianza en las personas, los que confían en las fuerzas humanas y dejan de confiar en el Señor.
Desde ahora diremos que los orgullosos son benditos. Los malvados hacen el bien y nada pasa cuando retan a Dios para que los castigue”.
¡Ustedes no saben qué pasará mañana! ¿Acaso qué es su vida? Es apenas una niebla que aparece por un poco tiempo y luego se va.