Los habitantes de Madmena, todos huyen. Los habitantes de Gebim buscan un lugar seguro.
¡Griten una advertencia, pueblo de Galim! ¡Presten atención, los que viven en Lais! ¡Pobre pueblo de Anatot!
Hoy los invasores se detienen en Nob, agitando sus puños en el monte de la Hija de Sión, en la colina de Jerusalén.
Siclag, Madmana, Sansaná,