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Referencias Cruzadas

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Isaías 10:13

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Porque el rey de Asiria dice: “He hecho esto con mi propia fuerza. Lo he hecho con mi sabiduría, porque soy inteligente. He borrado los límites de las naciones y he saqueado sus tesoros. Como un toro derribé a sus gobernantes de sus tronos.

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31 Referencias Cruzadas  

Durante el reinado de Peca, rey de Israel, Tiglat-Pileser, rey de Asiria, invadió y capturó Iyón, Abel-Bet-Macá, Janoa, Cedes, Jazor, Galaad, Galilea y toda la tierra de Neftalí, y llevó al pueblo a Asiria como prisioneros.

Acaz tomó la plata y el oro del Templo del Señor y de los tesoros del palacio real, y se lo envió al rey de Asiria como regalo.

El rey de Asiria trajo gente de Babilonia, de Cuta, de Avá, de Jamat y de Sefarvaim y los estableció en las ciudades de Samaria en lugar de los israelitas. Ellos se apoderaron de la propiedad de Samaria y vivieron en sus ciudades.

En el noveno año del reinado de Oseas, el rey de Asiria capturó Samaria y deportó a los israelitas a Asiria. Los asentó en Jalaj, en Gozán, sobre el río Jabor, y en las ciudades de los medos.

El rey de Asiria deportó a los israelitas a Asiria. Los asentó en Halah, en Gozán, sobre el río Jabor, y en las ciudades de los medos.

Ezequías le pagó usando toda la plata del Templo del Señor y de los tesoros del palacio real.

Vendré y los llevaré a una tierra como la suya, una tierra de grano y vino nuevo, una tierra de pan y viñedos, una tierra de olivos y miel. Entonces vivirán y no morirán. “Pero no escuchen a Ezequías, pues los está engañando cuando dice: ‘El Señor nos librará’.

Así que el Dios de Israel animó a Pul, rey de Asiria, (también conocido como Tiglat-Pileser, rey de Asiria), para que invadiera la tierra. Llevó al exilio a los rubenitas, a los gaditas y a la media tribu de Manasés. Los llevó a Halah, a Habor, a Hara y al río de Gozán, donde permanecen hasta el día de hoy.

Los ricos se ven a sí mismos como sabios, pero los pobres con inteligencia pueden verlos como son en realidad.

Él dice: “¡Todos mis comandantes son reyes!

La tragedia viene a ustedes que son sabios en sus propios ojos y se creen muy inteligentes.

Egipto está subiendo como el Nilo; sus aguas se arremolinan como ríos que se desbordan, presumiendo: “Me levantaré y arrasaré la tierra; destruiré las ciudades y a sus habitantes”.

¿Cómo es posible que ustedes, los moabitas, digan: “Somos héroes, hombres fuertes listos para pelear en la batalla”?

Dile a los amonitas que escuchen el mensaje del Señor Dios, porque esto es lo que dice el Señor Dios: Porque dijisteis: ‘¡Oh, qué bien!’ cuando mi santuario fue ensuciado, cuando el país de Israel se convirtió en un páramo y cuando el pueblo de Judá fue llevado al exilio,

“Hijo de hombre, porque Tiro dijo de Jerusalén: ‘¡Oh, qué bien! La puerta comercial de las naciones se ha roto: se ha abierto de par en par para mí. Ahora que Jerusalén ha sido destruida, seré rico’,

Dile que esto es lo que dice el Señor Dios: “Cuidado, porque te voy a condenar, Faraón rey de Egipto, gran monstruo que yace en tus ríos, que dice: ‘El Nilo me pertenece; yo mismo lo hice’.

Hiciste muchos alardes atacándome; tenías mucho que decir contra mí. ¡Yo lo escuché por mí mismo!

“Así que, Majestad, hazme caso. Deja de pecar y haz lo que es correcto. Acaba con tus iniquidades y sé misericordioso con los oprimidos. Tal vez entonces las cosas sigan yendo bien para ti”.

Él dijo: “¡Yo fui quien construyó esta gran ciudad de Babilonia! Por mi propio gran poder la construí como mi residencia real para mi majestuosa gloria!”

Por eso los deportaré a la tierra que está más allá de Damasco, dice el Señor, cuyo nombre es el Dios de poder.

Con alegría celebran su conquista en Lodebar, y dicen “¿Acaso no capturamos a Carnáin con nuestra propia fuerza?”

Luego desaparecen como el viento y se van. Son culpables porque han hecho de su propia fuerza su dios.

Adoran sus redes como si fueran sus dioses, hacienda sacrificios y quemando incienso para ellos, porque con sus redes pueden vivir en medio de lujos, comiendo comida rica.

¿Acaso no se burlarán de todos estos pueblos? Los ridiculizarán diciéndoles: “¡Grande es el desastre que viene sobre ustedes los que amontonan cosas que no les pertenecen! ¡Se enriquecen ibligando a sus deudores a pagar! ¿Hasta cuándo podrás seguir haciendo esto?”

Puede que llegues a pensar: “Me hice rico con todo mi trabajo”.

El Señor le dijo a Gedeón: “Hay demasiados soldados contigo para que les entregue a los madianitas, pues de lo contrario Israel se jactará ante mí diciendo: ‘Me salvé con mis propias fuerzas’.




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