¿Por qué no voy a hacer con Jerusalén y sus ídolos lo mismo que hice con Samaria y sus ídolos?”
¿Acaso alguno de los dioses de alguna nación ha salvado su tierra del poder del rey de Asiria?
Conquistó las ciudades fortificadas de Judá y luego se acercó a Jerusalén.
Su país está lleno de ídolos; se inclinan y adoran lo que han hecho ellos mismos, producido por sus propias manos.
Señor, Dios nuestro, ha habido otros señores además de ti que nos han gobernado, pero tú eres el único al que adoramos.
Pero no se dejen engañar por Ezequías cuando dice: ‘El Señor nos librará’. ¿Acaso alguno de los dioses de alguna nación ha salvado su tierra del poder del rey de Asiria?
Han arrojado sus dioses al fuego porque no son realmente dioses; son sólo obra de manos humanas, hechos de madera y piedra para poder destruirlos.
Tu hermana mayor era Samaria, que vivía al norte de ti con sus hijas. Tu hermana menor era Sodoma, que vivía al sur de ti con sus hijas.