¡La ciudad que solía ser fiel se ha convertido ahora en una prostituta! Antes actuaba bajo los principios de justicia y seguía lo correcto, pero ahora sólo viven en ella asesinos.
Los líderes del pueblo ya vivían en Jerusalén. El resto del pueblo echó suertes para que uno de cada diez viniera a vivir a Jerusalén, la ciudad santa, mientras que los otros nueve se quedarían en sus propias ciudades.
Tal como hemos escuchado, pero ahora hemos visto la ciudad del Señor todopoderoso. Esta es la ciudad de nuestro Dios; Él la mantendrá segura por siempre. Selah.
Aunque se muestre la gracia a los malvados, no aprenderán a hacer lo correcto. Incluso en un país donde la gente hace lo que es correcto, siguen haciendo el mal y no se olvidan de la grandeza del Señor.
Israel es la viña del Señor Todopoderoso, y el pueblo de Judá son las plantas de su jardín que lo hacen feliz. Sin embargo, mientras esperaba justicia, sólo veía injusticia; esperaba que la gente viviera bien, pero sólo escuchaba los gritos de los que sufrían.
Si un hombre se divorcia de su mujer y ella se va y se casa con otro, ¿podría este hombre volver con ella? ¿No quedaría el país totalmente impuro por ello? Pero ustedes han hecho algo peor al prostituirse con muchos amantes, ¿y ahora quieren volver a mí? declara el Señor.
Pues su madre era un prostituta que los concibió de manera vergonzosa. Ella dijo: ‘Buscaré a mis amantes que me proveen comida y agua, así como la lana, el lino, el aceite de oliva y me dan de beber’.
Por eso es que la ley está paralizada, y nunca gana la justicia. Los malvados son más numerosos que los que hacen el bien, y por eso manipulan la justicia.
Esto es lo que dice el Señor: Yo le regresado a Sión, y viviré en Jerusalén. Entonces a Jerusalén se le llamará la “Ciudad Fiel”, y a la montaña del Señor Todopoderoso se le llamará el “Santo Monte”.
“¡Oh Jerusalén, Jerusalén, tú matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces he querido reunir a todos tus hijos como la gallina reúne a sus polluelos bajo sus alas, pero tú no quisiste!
¿Hubo acaso algún profeta que sus padres no persiguieran? Mataron a todos los que profetizaban sobre la venida de Aquél que es verdaderamente bueno y recto. Él es Aquél a quien ustedes traicionaron y asesinaron.
No midas el patio que está fuera del Templo, déjalo, porque ha sido entregado a las naciones. Ellas pisotearán la ciudad santa durante cuarenta y dos meses.
Sus cuerpos muertos yacerán a las afueras de la gran ciudad, que se llama Sodoma y Egipto, en simbología espiritual, también es el sitio donde el Señor fue crucificado.
Y uno de los siete ángeles con las siete copas vino y me habló, diciéndome: “Ven aquí”, dijo, “y te mostraré el juicio de la prostituta infame que está sentada junto a muchas aguas.