Aprendan a hacer el bien; luchen por la justicia, condenen a los que oprimen a los demás; defiendan los derechos de los huérfanos, tomen medidas para defender a las viudas.
Sus dirigentes son rebeldes, amigos de ladrones. A todos les gustan los sobornos y quieren recibir sobornos. No defienden los derechos de los huérfanos, y se niegan a ayudar a las viudas.
No, este es el ayuno que yo quiero: libera a los que han sido injustamente encarcelados, desata las cuerdas del yugo utilizado para agobiar a la gente, libera a los oprimidos y deshazte de toda forma de abuso.
Descendientes de David, esto es lo que dice el Señor: Asegúrense de juzgar con justicia cada día. Protejan a los que son tratados injustamente de esa gente corrupta, pues de lo contrario, a causa de sus malas acciones, mi ira arderá como un fuego que no se puede apagar.
Esto es lo que dice el Señor: Haz lo que es justo y correcto. Protege a los que son tratados injustamente por gente corrupta. No hagas nada malo a los extranjeros, a los huérfanos o a las viudas. No uses la violencia contra ellos. No mates a los inocentes.
Una y otra vez les he enviado a muchos de mis siervos los profetas para decirles ¡Todos, dejen sus malos caminos y hagan lo que es correcto! No sigan a otros dioses ni los adoren. Vivan en la tierra que les di a ustedes y a sus padres. Pero no me han hecho caso ni me han obedecido.
Esto es lo que dice el Señor Dios: ¡Ya hancausado bastante daño, príncipes de Israel! ¡Dejen de usar la violencia y de maltratar a la gente! Hagan lo que es bueno y correcto. Dejen de desalojar a la gente y de robar sus bienes, declara el Señor Dios.
“Así que, Majestad, hazme caso. Deja de pecar y haz lo que es correcto. Acaba con tus iniquidades y sé misericordioso con los oprimidos. Tal vez entonces las cosas sigan yendo bien para ti”.
Miren al Señor, todos ustedes, habitantes de la tierra que son humildes y siguen sus mandamientos. Procuren hacer lo recto, y traten de vivir con humildad. Quizás serán protegidos en el día de la ira del Señor.
De esta manera los levitas (que no tienen ninguna participación en la asignación de tierras), los extranjeros, los huérfanos y las viudas de tu pueblo recibirán lo que necesitan. El Señor tu Dios te bendecirá en todo lo que hagas.
Ante los ojos de nuestro Dios y Padre, la religión pura y genuina consiste en visitar huérfanos y viudas que sufren, y guardarse de la contaminación del mundo.