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Referencias Cruzadas

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Hechos 9:6

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“Levántate, ve a la ciudad y allí se te dirá lo que debes hacer”.

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33 Referencias Cruzadas  

¿Quiénes son los que respetan al Señor? Él les mostrará el camino a elegir.

Aquellos que disciplinas son felices, Señor; aquellos a los que enseñas en tu ley.

Yo sé lo que hacen, pero los sanaré. Los guiaré y consolaré a los que lloran,

Yo lo hice todo; así llegó todo a la existencia, dice el Señor. Los que miro con buenos ojos son humildes y arrepentidos, y tiemblan cuando hablo.

“Levántate, hijo del hombre, porque quiero hablar contigo”, me dijo.

El poder del Señor se apoderó de mí allí, y me dijo: “¡Levántate! Ve al valle, y allí te hablaré”.

Me sacudí por dentro cuando oí esto. Mis labios temblaron ante el sonido. Mis huesos se volvieron gelatina y temblé allí donde estaba en pie. Espero en silencio el día en que vendrá la tribulación sobre aquellos que nos atacaron.

Porque muchos que son los primeros serán dejados de ultimo, y muchos que son los últimos, serán los primeros.

“¿Entonces qué debemos hacer?” le preguntó la multitud.

“Venimos de parte de Cornelio, un hombre bueno, devoto, que tiene temor de Dios y es respetado entre el pueblo judío”, respondieron. “Un ángel lo instruyó para que enviara a buscarte y llevarte hasta su casa para escuchar lo que tú tienes para decirle”.

Envía a alguien hasta Jope y trae a Simón Pedro. Él se está hospedando en la casa de Simón, el curtidor, junto a la orilla del mar’.

el cual se está hospedando en la casa de Simón el curtidor, cuya casa está junto al mar”.

Cuando la gente escuchó esto, sintieron remordimiento de conciencia. Entonces le preguntaron a Pedro y a los apóstoles: “Hermanos, ¿qué debemos hacer?”

“‘¿Qué debo hacer, Señor?’ pregunté. “Y el Señor me dijo: ‘Levántate y ve a Damasco, y allí se te dirá todo lo que ya se ha dispuesto para que hagas’.

‘Pero levántate y ponte de pie. La razón por la que he aparecido ante ti es para designarte como mi siervo, para que seas mi testigo, contando a otros lo que has visto y todo lo que voy a revelarte.

“¿Quién eres, Señor?” preguntó Saulo. “Yo soy Jesús, al que persigues”, le respondió.

Luego Isaías lo dijo con mayor vehemencia: “Fui encontrado por personas que ni siquiera me estaban buscando; me presenté a personas que ni siquiera estaban preguntando por mí”.

Ellos no comprenden cómo Dios nos hace justos, y tratan de justificarse a sí mismos. Se niegan a aceptar la manera en que Dios justifica a las personas.

Pues cuando se introdujo la ley, el pecado se hizo más evidente. ¡Pero aunque el pecado se volvió más evidente, la gracia se volvió más evidente aun!

Yo solía vivir sin darme cuenta de lo que la ley realmente significaba, pero cuando comprendí las implicaciones de ese mandamiento, entonces el pecado volvió a la vida y morí.

Así que, amigos, sigan trabajando por la meta de la salvación con plena reverencia y respeto hacia Dios, siguiendo lo que se les ha enseñado. No solo cuando yo estaba con ustedes, sino mucho más ahora que estoy lejos.

Pero Dios nos da todavía más gracia, como dice la Escritura: “Dios está en contra de los arrogantes, pero da gracia a los humildes”.

Invita a Isaí al sacrificio, y yo te enseñaré lo que tienes que hacer. Unge para mí al que yo te diga”.

Cuando Saúl vio al ejército filisteo, se aterrorizó y tembló de miedo.




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