Hechos 5:30

Versión Biblia Libre

El Dios de nuestros antepasados levantó a Jesús de los muertos, al que ustedes mataron, colgándolo en una cruz.

Referencias Cruzadas

1 Crónicas 12:17

David salió a recibirlos y les dijo: “Si han venido en son de paz para ayudarme, podemos ser amigos. Pero si han venido a entregarme a mis enemigos, aunque no he hecho nada malo, que el Dios de nuestros padres vea lo que hacen y los condene”.

1 Crónicas 29:18

Señor, el Dios de Abrahán, de Isaac, de Israel y de nuestros antepasados, por favor, mantén estos pensamientos y compromisos en la mente de tu pueblo para siempre, y haz que permanezcan leales a ti.

Esdras 7:27

Alabado sea el Señor, el Dios de nuestros antepasados, que puso en la mente del rey honrar así el Templo del Señor en Jerusalén,

Lucas 1:55

tal como se lo prometió a nuestros padres, a Abrahán y sus descendientes para siempre”.

Lucas 1:72

Él fue misericordioso con nuestros padres, recordando su santo acuerdo,

Hechos 10:39

“Nosotros podemos dar testimonio de todo lo que él hizo en Judea y en Jerusalén. Lo mataron, colgándolo en una cruz.

Hechos 13:33

que ahora ha cumplido en nuestro favor al levantar a Jesús de los muertos. Tal como está escrito en el libro de Salmos 2: ‘Tú eres mi Hijo, y hoy me he convertido en tu Padre’.

Hechos 2:32

“Dios ha levantado a este Jesús de entre los muertos, y todos nosotros somos testigos de eso.

Hechos 22:14

“Entonces me dijo: ‘El Dios de nuestros padres te ha designado para que conozcas su voluntad, para que veas a Aquél que es verdaderamente recto, y escuches lo que él quiere decirte.

Hechos 3:26

Dios preparó a su siervo y lo envió primero a ustedes, para bendecirlos al convertirlos de sus malos caminos”.

Gálatas 3:13

Pero Cristo nos ha rescatado de la maldición de la ley al convertirse en maldición por nosotros. Como dice la Escritura: “Maldito todo aquél que es colgado en un madero”.

1 Pedro 2:24

Tomó las consecuencias de nuestros pecados sobre sí mismo en su cuerpo en la cruz para que nosotros pudiéramos morir al pecado y vivir en justicia. “Por sus heridas, somos sanados”.