¿Se nos está interrogando por un bien que se le hizo a un hombre que no podía hacer nada por sí mismo, y cómo fue sanado?
Jesús les dijo: “Ustedes han visto muchas cosas buenas que he hecho, gracias al Padre. ¿Por cuál de todas ellas me van a apedrear?”
Si ustedes se circuncidan en sábado para asegurarse de que la ley de Moisés se guarda, ¿por qué están enojados conmigo por sanar a alguien en sábado?
Pero no tengo nada específico que escribir sobre él a Su Majestad Imperial. Por ello lo he traído aquí delante de ustedes para poder tener algo concreto que escribir.
Entonces Pedro lo tomó por la mano derecha y lo ayudó a levantarse. Y de inmediato sus pies y rodillas se volvieron fuertes.
Si alguien los maldice en el nombre de Cristo, en realidad son bendecidos, porque el espíritu glorioso de Dios reposa sobre ustedes.