Anás y Caifás eran los sumos sacerdotes en turno. Este fue el tiempo en que la palabra de Dios vino a Juan, el hijo de Zacarías, quien vivía en el desierto.
Entonces ellos hicieron como el ángel les dijo y fueron al Templo, cerca del amanecer, y comenzaron a enseñar. Entonces el sumo sacerdote y sus seguidores convocaron una reunión de concilio con todos los líderes de Israel. Y mandaron a buscar a los apóstoles a la prisión.