Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Hechos 4:36

Versión Biblia Libre

José, al que los apóstoles llamaban Bernabé (que quiere decir “hijo de la consolación”), era un Levita, nativo de Chipre.

Ver Capítulo Copiar

24 Referencias Cruzadas  

Santiago, hijo de Zebedeo y su hermano Juan (a quienes llamó Boanerges, que quiere decir “hijos del trueno”),

Hicieron esto y enviaron el dinero con Bernabé y Saulo a los líderes de la iglesia de Judea.

Bernabé y Saulo regresaron de Jerusalén una vez terminaron su misión, trayendo conmigo a Juan Marco con ellos.

La iglesia de Antioquía tenía profetas y maestros: Bernabé, Simón (llamado el Negro), Lucio de Cirene, Manaén (amigo de la infancia de Herodes, el tetrarca), y Saulo.

Después de leer la Ley y los Profetas, los líderes de la sinagoga les enviaron un mensaje, diciendo: “Hermanos, por favor, compartan con la congregación toda palabra de ánimo que puedan”.

Mientras estaban adorando al Señor y ayunando, el Espíritu Santo dijo: “Aparten a Bernabé y a Saulo para que hagan el trabajo para el cual los he llamado”.

Entonces Bernabé y Saulo, dirigidos por el Espíritu Santo, fueron a Seleucia. Y de allí navegaron hasta Chipre.

Y todos escuchaban con atención a Bernabé y a Pablo cuando ellos les hablaban de las señales milagrosas que Dios había realizado entre los extranjeros a través de ellos.

Y Pablo y Bernabé debatieron y discutieron mucho con ellos. Así que Pablo y Bernabé y otros más fueron nombrados para ir a Jerusalén y hablar con los apóstoles y los líderes de allí sobre este asunto.

Entonces Bernabé hizo planes para llevarse también a Juan Marcos.

Y tuvieron un descuerdo tan grande, que se separaron. Entonces Bernabé tomó a Juan Marcos y navegó hacia Chipre.

Y algunos de los creyentes de Cesarea vinieron con nosotros, y nos llevaron hasta la casa de Nasón, donde íbamos a quedarnos. Él venía de Chipre y fue uno de los primeros creyentes.

Luego avistamos Chipre por el lado izquierdo y continuamos hasta Siria, luego bajamos a tierra en Tiro, que era donde debía desembarcar la nave.

Luego partimos de allí y navegamos protegidos por Chipre porque el viento venía de manera contraria.

Sin embargo, Bernabé lo llevó donde estaban los apóstoles, y les explicó cómo Saulo había visto al Señor durante el camino y cómo el Señor le había hablado. Bernabé también explicó cómo Saulo había hablado con vehemencia en nombre del Señor en Damasco.

No obstante, las palabras de los que hablan por Dios, edifican a la gente, proporcionan ánimo y consuelo.

¿Acaso somos Bernabé y yo los únicos que tenemos que trabajar para mantenernos?

Catorce años más tarde, regresé a Jerusalén con Bernabé. Entonces llevé conmigo a Tito.

Así como Pedro, otros judíos cristianos se volvieron hipócritas también, al punto que incluso Bernabé fue persuadido a seguir su misma hipocresía.

y cuando reconocieron también la gracia que me había sido dada, entonces Santiago, Pedro y Juan, quienes llevaban la responsabilidad de ejercer el liderazgo de la iglesia, estrecharon sus manos conmigo y Bernabé, aceptándonos como sus compañeros de trabajo.

Aristarco, quien está aquí conmigo en la prisión, les manda sus mejores deseos; del mismo modo Marcos, el primo de Bernabé (ya ustedes han recibido instrucciones para recibirlo si llega a visitarlos),




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos