Cuando llegue ese día, estén felices. Salten de alegría porque es grande la recompensa que tienen ustedes en el cielo. No olviden que los ancestros de ellos también maltrataron así a los profetas.
Y el hombre con el espíritu maligno saltó sobre ellos y los dominó a todos. Los golpeó tan fuertemente que ellos salieron corriendo de la casa, desnudos y malheridos.