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Referencias Cruzadas

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Hechos 28:2

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La gente de allí era muy amable, y encendieron una fogata y nos llamaron para que pudiéramos estar abrigados de la lluvia y el frío.

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19 Referencias Cruzadas  

A los tres días, todos los de Judá y Benjamín se reunieron en Jerusalén. El vigésimo día del noveno mes, todo el pueblo se sentó en la plaza junto al Templo de Dios, temblando por este asunto y también por la fuerte lluvia.

No busques venganza ni guardes rencor a nadie, sino ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.

Trátalos como a un conciudadano, y átalos como a ti mismo, porque una vez fuisteis extranjeros viviendo en Egipto. Yo soy el Señor tu Dios.

Les digo la verdad: los que den una bebida de agua fresca al menos importante de mis discípulos, no perderán su recompensa”.

Hacía frío y los siervos y guardias estaban junto a una fogata que habían hecho para calentarse. Pedro se les acercó y se quedó allí con ellos, calentándose también.

Al día siguiente, hicimos una breve pausa en Sidón, y Julio, con mucha amabilidad, permitió que Pablo saliera del barco y visitara a sus amigos para que pudieran darnos provisiones necesarias.

Pablo recogió un atado de leña y la lanzó al fuego. Pero de la leña salió una serpiente venenosa por causa el calor, y picó a Pablo, enroscándose en su mano.

Cuando la gente que estaba allí vio la serpiente colgando de su mano, se dijeron unos a otros: “Este hombre debe ser un asesino. Aunque escapó de la muerte en el mar, la justicia no lo dejará vivo”.

Porque tengo la obligación de trabajar tanto para los civilizados como los incivilizados, tanto para los educados como los no educados.

Acepten a los que todavía están luchando por creer en Dios, y no tengan discusiones por causa de opiniones personales.

Los que comen de todo no deben menospreciar a los que no, y los que no comen de todo no deben criticar a los que sí lo hacen, porque Dios ha aceptado a ambos.

Los extranjeros incircuncisos que guardan la ley te condenarán si tú la quebrantas, aunque tengas la ley y estés circuncidado.

Pero si yo no comprendo el idioma, los que hablan no tienen sentido para mí, ni yo tengo sentido para ellos.

He enfrentado trabajo duro y luchas, muchas noches sin dormir, hambre y sed, a menudo he estado sin comida, con frío, y sin ropa para cubrirme del frío.

En esta nueva situación no hay griego ni judío, no hay circuncisos o incircuncisos, extranjeros, bárbaros, esclavos o libres, pues Cristo es todo, y él vive en todos nosotros.

No olviden mostrar amor por los extranjeros también, porque al hacerlo muchos han recibido ángeles sin saberlo.




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