Hechos 26:16

Versión Biblia Libre

‘Pero levántate y ponte de pie. La razón por la que he aparecido ante ti es para designarte como mi siervo, para que seas mi testigo, contando a otros lo que has visto y todo lo que voy a revelarte.

Referencias Cruzadas

Ezequiel 2:1

“Levántate, hijo del hombre, porque quiero hablar contigo”, me dijo.

Daniel 10:11

Me dijo: “Daniel, Dios te ama mucho. Presta atención a lo que te digo. Levántate, porque he sido enviado a ti”. Cuando me dijo esto me puse de pie, temblando.

Lucas 1:2

Ellos fundamentaron sus relatos en la evidencia de los primeros testigos presenciales y ministros de la Palabra,

Hechos 1:17

Él fue contado como uno de nosotros, y compartió este ministerio”.

Hechos 1:25

para sustituir a Judas como apóstol en este ministerio al cual él renunció para irse a donde pertenece”.

Hechos 20:24

Pero considero que mi vida no tiene ya valor para mí mismo. Solo quiero terminar mi misión y el ministerio que el Señor Jesús me dio de ser testigo de la buena noticia de la gracia de Dios.

Hechos 21:19

Después de saludarlos, Pablo comenzó a contar con detalles todo lo que Dios había hecho por los extranjeros por medio de su ministerio.

Hechos 22:10

“‘¿Qué debo hacer, Señor?’ pregunté. “Y el Señor me dijo: ‘Levántate y ve a Damasco, y allí se te dirá todo lo que ya se ha dispuesto para que hagas’.

Hechos 23:11

Después de esto, durante la noche, el Señor se puso en pie junto a Pablo y le dijo: “¡Ten valor! Así como has dado testimonio de mí en Jerusalén, así mismo deberás hacerlo en Roma”.

Hechos 26:15

“‘¿Quién eres, Señor?’ pregunté. “‘Yo soy Jesús, a quien tu persigues,’ respondió el Señor.

Hechos 6:4

Nosotros mismos dedicaremos toda nuestra atención a la oración y al ministerio de la predicación de la palabra”.

Romanos 1:5

Fue a través de él que recibí el privilegio de convertirme en apóstol para llamar a todas las naciones a creer en él y obedecerle.

Romanos 15:16

de ser un ministro de Jesucristo para los extranjeros, como un sacerdote que predica la buena noticia de Dios, a fin de que puedan convertirse en una ofrenda agradable, santificada por el Espíritu Santo.

2 Corintios 4:1

Así pues, como Dios en su misericordia nos ha proporcionado esta nueva manera de relacionarnos con él, no nos rendimos.

2 Corintios 5:18

Dios lo hizo transformándonos de enemigos en amigos por medio de Cristo. Dios nos encomendó este mismo trabajo de convertir a sus enemigos en sus amigos.

Gálatas 1:12

No la recibí de nadie, y nadie me la enseñó. Fue Cristo Jesús mismo quien me la reveló.

Gálatas 2:2

Fui por causa de lo que Dios me había mostrado. Me reuní en privado con los líderes reconocidos de la iglesia allí y les expliqué sobre la buena noticia que estaba compartiendo con los extranjeros. No quería continuar el camino que hasta ese momento había seguido, y por el cual había trabajado tanto, y que al final fuera en vano.

Efesios 3:3

por lo que Dios me mostró, aclaró el misterio que estaba oculto anteriormente. Yo les escribí brevemente sobre esto,

Colosenses 1:23

Pero su fe en él debe seguir firme como una roca, e inamovible. No se dejen sacudir de la esperanza de la buena noticia que han oído, la buena noticia que se ha esparcido por todo el mundo. Esa es la obra que yo, Pablo, he estado haciendo.

Colosenses 1:25

Sirvo a la iglesia siguiendo la dirección que Dios me ha dado respecto a ustedes, para presentarles completamente la palabra de Dios.

Colosenses 1:7

Nuestro querido amigo y compañero de trabajo Epafras, que es un ministro fiel de Cristo en nombre nuestro, les enseñó sobre esto.

1 Tesalonicenses 3:2

y enviarles a Timoteo. Él es nuestro hermano y compañero en la obra de Dios y en la predicación de la buena nueva de Cristo. Lo enviamos para fortalecerlos y animarlos en su fe en Dios

1 Timoteo 1:12

Estoy tan agradecido con Cristo Jesús, nuestro Señor, por la fuerza que me ha dado, y porque me ha considerado fiel, designándome para trabajar para él.

1 Timoteo 4:6

Si enseñas estas cosas a los hermanos y a las hermanas, serás un buen ministro de Cristo Jesús. Te fortalecerás por la fe en la verdad, y en la buena enseñanza que has seguido.

2 Timoteo 4:5

Debes mantenerte alerta todo el tiempo. Haz frente a las dificultades, trabaja en la predicación de la buena noticia, y cumple tu ministerio.