“Si alguien no los recibe bien, y se niega a escuchar el mensaje que ustedes tienen que decir, entonces váyanse de esa casa o de esa ciudad, sacudiendo el polvo de sus pies mientras se marchan.
“Cuando ustedes sean perseguidos en una ciudad, huyan a otra. Les digo la verdad: no terminarán de ir a las ciudades de Israel antes de que venga el Hijo del hombre.
Ahora, arrepiéntanse, y cambien sus caminos, para que sus pecados puedan ser limpiados, a fin de que el Señor pueda enviarles oportunidad para sanarse y restaurarse,