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Referencias Cruzadas

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Hechos 20:16

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Pablo había planeado seguir directo hasta Éfeso para no demorarse en la provincia de Asia. Tenía prisa de llegar a Jerusalén para estar a tiempo para el Día del Pentecostés.

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17 Referencias Cruzadas  

“Guarden el Festival de las Semanas cuando ofrezcan las primicias de la cosecha de trigo, y el Festival de la Cosecha al final del año agrícola.

Cuando Pedro tocó la puerta, una sierva llamada Rode salió a abrirle.

Viajaron también por los distritos de Frigia y Galacia, pues el Espíritu Santo los advirtió de ir a la provincia de Asia para predicar la palabra.

Entonces llegaron a Éfeso, donde Pablo había dejado a los otros. Y se dirigió a la sinagoga para razonar con los judíos.

Entonces se despidió y emprendió su viaje desde Éfeso, diciéndoles: “Regresaré y los veré nuevamente si es la voluntad de Dios”.

Mientras Apolos estaba en Corinto, Pablo tomó camino tierra adentro y llegó a Éfeso, donde encontró a algunos creyentes.

Cierto tiempo después de esto, Pablo decidió ir a Jerusalén, pasando primero por Macedonia y Acaya. “Después de estar allí, iré a Roma”, dijo.

Cuando llegó el día del Pentecostés, todos estaban reunidos en un mismo lugar.

Entonces continuamos nuestro camino hasta la embarcación y partimos hacia Asón. Allí debíamos recoger a Pablo, pues ese fue su plan al elegir viajar a pie.

Y cuando llegaron, les dijo: “Ustedes saben cómo me he comportado siempre con ustedes desde el primer día que llegué a la provincia de Asia.

Ahora el Espíritu insiste en que vaya a Jerusalén, y no sé qué me sucederá allí.

Y estas fueron las personas que viajaron con él: Sópater de Berea, hijo de Pirro, Aristarco y Segundo de Tesalónica, Gayo de Derbe, Timoteo, Tíquico y Trófimo de la provincia de Asia.

Después de la Fiesta de los Panes sin Levadura, nos embarcamos rumbo a Filipo, y nos encontramos con ellos cinco días después en Troas, donde permanecimos una semana.

Allí buscamos a los creyentes y nos quedamos en ese lugar durante una semana. Y por medio del Espíritu Santo los creyentes le dijeron a Pablo que no fuera a Jerusalén.

“Después de haber estado lejos durante unos años, regresé para traer dinero para ayudar a los pobres y para dar ofrendas a Dios.

Sin embargo me quedaré en Éfeso hasta el Pentecostés,




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