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Referencias Cruzadas

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Hechos 18:8

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Crispo, líder de la sinagoga, creía en el Señor y también toda su casa. Y muchas personas de Corinto que escucharon el mensaje se convirtieron en creyentes y fueron bautizados.

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25 Referencias Cruzadas  

Todos los hombres en la casa de Abraham, incluyendo los nacidos o comprados como esclavos extranjeros, fueron circuncidados con él.

Yo lo he elegido para que le enseñe a sus hijos y a su familia a seguir el camino del Señor haciendo lo que es bueno, a fin de que yo, el Señor pueda cumplir lo que le he prometido a Abraham”.

Así que vayan y hagan discípulos entre la gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Un líder, llamado Jairo, de una de las sinagogas vino donde él estaba. Cuando vio a Jesús, cayó a sus pies

Mientras aún hablaba, algunas personas vinieron de la casa del líder de la sinagoga. “Tu hija murió”, le dijeron. “Ya no necesitas molestar más al Maestro”.

Este era un hombre devoto que, junto con todos los que vivían en su casa, tenían reverencia por Dios. Este hombre daba a los pobres con generosidad, y oraba a Dios con regularidad.

quien te dirá lo que necesitas escuchar para que seas salvo, tú y toda tu casa’.

Después de leer la Ley y los Profetas, los líderes de la sinagoga les enviaron un mensaje, diciendo: “Hermanos, por favor, compartan con la congregación toda palabra de ánimo que puedan”.

Y los llevó a su casa y mandó a preparar comida para ellos. Y el carcelero y toda su familia estaban felices porque creían en Dios.

Entonces Pablo partió de Atenas y se fue a Corinto,

Entonces la multitud tomó a Sóstenes, líder de la sinagoga, y lo golpearon justo a las afueras de la corte, pero a Galión no le preocupó esto en absoluto.

Mientras Apolos estaba en Corinto, Pablo tomó camino tierra adentro y llegó a Éfeso, donde encontró a algunos creyentes.

Pero cuando creyeron en lo que Felipe les dijo acerca de la buena nueva sobre el reino de Dios y el nombre de Jesucristo, hombres y mujeres se bautizaron.

Es enviada a la iglesia de Dios en Corinto, a aquellos que han sido justificados en Cristo Jesús, llamados para vivir en santidad, y a todos los que adoran al Señor Jesús en todas partes, el Señor de ellos y de nosotros.

Esta carta viene de parte de Pablo, apóstol de Jesucristo, conforme a la voluntad de Dios, y de parte de Timoteo, nuestro hermano. Es enviada a la iglesia de Dios en Corinto, así como a todo el pueblo de Dios que está por toda la región de Acaya.

Pongo a Dios como mi testigo que la razón por la que decidí no ir a Corinto fue para no causarles dolor.

Les he hablado con franqueza, mis amigos de Corinto, abriéndoles todo mi corazón.

Erasto se quedó en Corinto, y dejé a Trófimo en Mileto porque se enfermó.

Pero si no quieren adorar al Señor, ¡elijan hoy a quién quieren adorar! ¿Adorarána los dioses que adoraron sus antepasados más allá del Éufrates? ¿O a los dioses de los amorreos en cuya tierra viven ahora? Pero yo y mi familia adoraremos al Señor”.




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