Cualquiera que confía en el Hijo tiene vida eterna, pero cualquiera que se niega a creer en el Hijo, no experimentará vida eterna, sino que sigue bajo la condenación de Dios.
Pero los judíos incitaron a mujeres devotas e influyentes y también a líderes de la ciudad para perseguir a Pablo y a Bernabé, y los expulsaron de su territorio.
Pero entonces ciertos judíos de Antioquía e Iconio llegaron y se ganaron la simpatía de la multitud. Y apedrearon a Pablo, y lo arrastraron hasta las afueras de la ciudad, pensando que estaba muerto.
Pero cuando los judíos de Tesalónica oyeron que Pablo también estaba predicando la palabra en Berea, fueron hasta allá, y causaron los mismos disturbios, provocando a las multitudes.
Pero los judíos se pudieron celosos y junto a unos agitadores que encontraron en la plaza del mercado formaron una turba. Y se amotinaron en la ciudad, y atacaron la casa de Jasón. Entonces trataron de encontrar a Pablo y a Silas para presentarlos ante la gente.
Hermanos y hermanas, la experiencia que ustedes han tenido es semejante a la de aquellas iglesias de Dios que pertenecen a Cristo y están en Judá. Así como sus hermanos los judíos cristianos sufrieron en manos de líderes judíos,