Entonces los sacerdotes del templo de Zeus que está justo a las fueras de la ciudad, trajeron bueyes y guirnaldas a las puertas de la ciudad. Planeaban hacer un sacrificio frente a la multitud.
Después de que el secretario de la ciudad logró silenciar a la turba, les dijo: “Pueblo de Éfeso, ¿quién no sabe que la ciudad de los Efesios es guardiana del templo de la gran Artemisa y de su imagen que cayó del cielo?