Hechos 13:3

Versión Biblia Libre

Después de ayunar, orar y colocar sus manos sobre ellos para bendecirlos, los enviaron.

Referencias Cruzadas

Números 27:23

Moisés puso sus manos sobre Josué y lo dedicó, tal como el Señor le había dicho que hiciera.

Lucas 2:37

y luego quedó viuda. Tenía ochenta y cuatro años de edad. Pasaba el tiempo adorando en el Templo, ayunando y orando.

Hechos 1:24

Luego oraron juntos, diciendo: “Señor, tú conoces los pensamientos de cada uno; por favor, muéstranos a cuál de estos dos tú has elegido

Hechos 13:2

Mientras estaban adorando al Señor y ayunando, el Espíritu Santo dijo: “Aparten a Bernabé y a Saulo para que hagan el trabajo para el cual los he llamado”.

Hechos 13:4

Entonces Bernabé y Saulo, dirigidos por el Espíritu Santo, fueron a Seleucia. Y de allí navegaron hasta Chipre.

Hechos 14:23

Después de haber escogido ancianos para cada iglesia, y de haber orado y ayunado con ellos, Pablo y Bernabé los encomendaron al Señor, Aquél en quien creían.

Hechos 14:26

De allí navegaron de regreso hasta Antioquía donde habían comenzado, pues ahí habían sido dedicados en la gracia de Dios para la obra que ahora habían logrado.

Hechos 15:40

Pablo eligió a Silas, y al marcharse, los creyentes los encomendaron a la gracia del Señor.

Hechos 6:6

Estos hombres fueron presentados a los apóstoles, quienes oraron y pusieron sus manos sobre ellos para bendecirlos.

Hechos 9:17

Entonces Ananías salió y fue a la casa que el Señor le mostró. Y puso sus manos sobre Saulo. “Hermano Saulo”, le dijo, “El Señor Jesús, quien se apareció delante de ti en el camino cuando viajabas hacia acá, me ha enviado para que recobres tu vista y seas lleno del Espíritu Santo”.

Romanos 10:15

¿Cómo podrán ir a hablarles si no se les envía? Tal como dice la Escritura: “Bienvenidos son los que traen la buena noticia!”

1 Timoteo 4:14

No descuides el don de la gracia de Dios que tienes y que te fue dado por inspiración profética cuando los ancianos de la iglesia impusieron sus manos sobre ti.

1 Timoteo 5:22

No te apresures a imponer tus manos sobre ninguno; y no participes en los pecados de los otros. Mantente puro.

2 Timoteo 1:6

Por eso quiero recordarte que debes revitalizar el don de la gracia de Dios que recibiste cuando puse mis manos sobre ti.

2 Timoteo 2:2

Toma todo lo que me escuchaste decir delante de muchos testigos y compártelo con personas fieles, que luego también las enseñen a otros.

3 Juan 1:6

Ellos han dado buen testimonio de tu amor ante la iglesia. Por favor, al enviarlos de camino, trátalos de un modo que agrade a Dios,

3 Juan 1:8

Debemos apoyarlos para juntos ser partícipes de la verdad.