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Referencias Cruzadas
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Hechos 1:16

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“Mis hermanos y hermanas”, dijo, “Las Escrituras, habladas por el Espíritu Santo a través de David, tenían que cumplirse en cuanto a Judas, quien guio a los que arrestaron a Jesús.

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38 Referencias Cruzadas  

“El Espíritu del Señor habló a través de mí; mi lengua dio su mensaje.

Así se cumplió lo que el Señor le dijo a Jehú: “Tus descendientes se sentarán en el trono de Israel hasta la cuarta generación”.

Incluso mi mejor amigo, en el que confiaba, el que compartía su comida conmigo, ahora se ha vuelto en mi contra.

Entonces Judas Iscariote, uno de los doce discípulos, fue donde estaban los jefes de los sacerdotes

Cuando dijo esto, Judas, uno de los doce, llegó con una gran turba que estaba armada con espadas y palos, y habían sido enviados por los jefes de los sacerdotes y por los ancianos del pueblo.

Pero entonces ¿cómo podría cumplirse la Escritura que dice que esto debe ocurrir?”

Pero todo esto está ocurriendo para que se cumpla lo que escribieron los profetas”. Entonces todos los discípulos lo abandonaron y huyeron.

Pues el mismo David dijo, inspirado por el Espíritu Santo: ‘El Señor dijo a mi Señor: “Siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos bajo tus pies”’.

Justo cuando decía esto, Judas—uno de los doce discípulos—llegó con una turba que traía espadas y palos, enviados por los jefes de los sacerdotes, líderes religiosos y ancianos.

Mientras aún hablaba, se apareció una multitud dirigida por Judas, uno de los doce discípulos. Judas se acercó para besar a Jesús.

Él llamó ‘dioses’ a estas personas, a aquellos a quienes entregó la palabra de Dios—y la Escritura no se puede modificar.

No estoy hablando de todos ustedes—Yo conozco a los que he escogido. Pero para cumplir la Escritura: ‘El que comparte mi comida se ha vuelto contra mí’.

Mientras estuve con ellos, los protegí en tu nombre, el nombre que me diste. Cuidé de ellos para que ninguno se perdiera, excepto el ‘hijo de perdición,’ para que se cumpliera la Escritura.

Ocurrió así para que se cumpliera la Escritura: “Ninguno de sus huesos será partido”,

Tal como está escrito en el libro de Salmos, “Sea hecha desierta su habitación, y no haya quien more en ella; y tome otro su oficio”.

Después de leer la Ley y los Profetas, los líderes de la sinagoga les enviaron un mensaje, diciendo: “Hermanos, por favor, compartan con la congregación toda palabra de ánimo que puedan”.

“Hermanos míos, quiero que entiendan que lo que les estamos diciendo es que por medio de este hombre hay perdón de pecados.

Después que terminaron de hablar, Santiago tomó la palabra, diciendo: “Hermanos, escúchenme.

Y después de tanto debatir, Pedro se levantó y les dijo: “Hermanos, ustedes saben que hace un tiempo Dios me escogió de entre ustedes para que los extranjeros pudieran oír el mensaje de la buena noticia y creyeran en Jesús.

Dios, sabiendo de antemano lo que sucedería, siguió su plan y resolvió entregarlo en manos de ustedes. Por mano de hombres malvados, ustedes lo mataron, clavándolo en una cruz.

Cuando la gente escuchó esto, sintieron remordimiento de conciencia. Entonces le preguntaron a Pedro y a los apóstoles: “Hermanos, ¿qué debemos hacer?”

“Hermanos y padres”, dijo, “escuchen, por favor, pues presentaré ante ustedes mi defensa”.

Entonces Pablo, mirando al concilio, dijo: “Hermanos, hasta ahora siempre me he conducido delante de Dios con una conciencia limpia”.

Y cuando Pablo se dio cuenta de que algunos miembros del concilio eran Saduceos y otros eran Fariseos, exclamó: “¡Hermano, yo soy Fariseo, hijo de un Fariseo! Estoy en este juicio por mi esperanza en la resurrección de los muertos”.

Tres días después, Pablo invitó a los líderes judíos para que fueran a verlo. Y cuando estaban reunidos les dijo: “Hermanos, aunque no tengo nada en contra del pueblo o de las costumbres de nuestros antepasados, fui arrestado en Jerusalén y entregado a las autoridades romanas.

Y no podían ponerse de acuerdo entre ellos, y se marcharon cuando Pablo les dijo esto: “El Espíritu Santo lo dijo bien a través del profeta Isaías, el profeta de sus antepasados,

“¡Hermanos y padres, escúchenme!” respondió Esteban. “Dios apareció en su gloria a nuestro padre Abrahán, cuando vivía en Mesopotamia, antes de que se mudara a Harán.

Trataton de descubrir cuándo y cómo esto sucedería, porque el Espíritu de Cristo dentro de ellos hablaba de manera clara sobre los sufrimientos de Cristo y la gloria que vendría.

pues ninguna profecía tuvo su origen en las ideas humanas, sino que los profetas hablaron por Dios, siendo movidos por el Espíritu Santo.

Mejor sería que nunca hubieran conocido el camino recto de la verdad, que haberlo conocido y luego apartarse de las sagradas instrucciones que se les dieron.




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