En el primer caso, los que reciben el diezmo son hombres mortales, pero en el otro caso, se dice que los recibió uno que sigue viviendo.
No pasará mucho tiempo antes de que el mundo ya no me vea más, pero ustedes me verán. Porque yo vivo, y ustedes vivirán también.
Jesús respondió: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre si no es a través de mí.
¿Quién se rebeló contra Dios aun habiendo oído lo que él dijo? ¿No fueron acaso los que fueron sacados de Egipto por Moisés?
Y en otro versículo, Dios dice: “Eres un sacerdote por siempre, siguiendo el orden de Melquisedec”.
Allí entró Jesús en nuestro favor, porque tenía que convertirse en un sumo sacerdote conforme al orden de Melquisedec.
Ha habido muchos sacerdotes porque la muerte les impidió continuar su sacerdocio;
No existe duda de que quien recibe bendición es inferior a quien bendice.
Entonces podríamos decir que Leví, el que recibe los diezmos, ha pagado diezmos por ser descendiente de Abrahán,
Y así como los seres humanos mueren una sola vez, y luego son juzgados,
Soy el que vive. Estuve muerto, pero mírame, ahora estoy vivo por siempre y para siempre, y tengo las llaves de la muerte y del sepulcro.