“Mis hermanos y hermanas, permítanme decirles claramente que nuestro antepasado David murió y fue sepultado, y su tumba está aquí con nosotros hasta el día de hoy.
De este modo, se cumplió lo que dice la Escritura: “Abrahán creyó en Dios, y esto fue considerado como él haciendo el bien, y fue llamado amigo de Dios”.