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Referencias Cruzadas

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Hebreos 2:9

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Pero vemos a Jesús, puesto en un lugar un poco inferior al de los ángeles, coronado de gloria y honra por el sufrimiento de la muerte. Por medio de la gracia de Dios, Jesús experimentó la muerte por todos.

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39 Referencias Cruzadas  

Me aseguraré de que tú y tus hijos, así como la mujer y sus hijos sean enemigos. Uno de sus hijos aplastará tu cabeza, y tú herirás su talón”.

Del tronco de Isaí saldrá un brote, y de sus raíces una rama que dará fruto.

Por eso el Señor mismo les dará una señal. ¡Miren! Una virgen quedará embarazada y dará a luz un hijo, al que llamará Emanuel.

Les digo la verdad: hay algunos aquí que no morirán antes de que vean al Hijo del hombre venir en su reino”.

¿Y por qué se preocupan por la ropa? Miren las hermosas flores del campo. Miren cómo crecen: No trabajan ni hilan.

Jesús les dijo: “Les digo la verdad: algunos de los que están aquí no morirán antes de que vean venir al reino de Dios con poder”.

Les digo la verdad, algunos de los que están aquí no probarán la muerte hasta que vean el reino de Dios”.

Al día siguiente, Juan vio que Jesús se acercaba a él, y dijo: “¡Miren, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!

“Es por esto que el Padre me ama, porque yo doy mi vida para tomarla de nuevo.

Pero cuando yo sea levantado, a todos atraeré hacia mí”.

“Porque Dios amó al mundo, y lo hizo de esta manera: entregó a su único Hijo, a fin de que todos los que crean en él no mueran, sino que tengan vida eterna.

Les digo la verdad, cualquiera que sigue mi enseñanza, no morirá jamás”.

“Ahora sabemos que estás poseído por el demonio”, dijeron los judíos. “Abraham murió, y los profetas también, ¡y tú estás diciéndonos ‘cualquiera que sigue mi enseñanza, no morirá jamás!’

Ahora él ha sido exaltado a la diestra de Dios y ha recibido del Padre al Espíritu Santo, el cual prometió, y ha derramado lo que ustedes están viendo y oyendo.

El Dios de Abraham, Isaac, y Jacob—el Dios de nuestros antepasados—ha glorificado a Jesús, su siervo. Él fue al que ustedes traicionaron y rechazaron en presencia de Pilato, incluso después de que Pilato había decidido soltarlo.

Del mismo modo que un pecado trajo condenación a todos, un acto de justicia nos dio a todos la oportunidad de vivir en justicia.

Pero Dios demuestra su amor en que Cristo murió por nosotros aunque todavía éramos pecadores.

Lo que la ley no pudo hacer porque no tenía el poder para hacerlo debido a nuestra naturaleza pecaminosa, Dios pudo hacerlo. Al enviar a su propio Hijo en forma humana, Dios se hizo cargo del problema del pecado y destruyó el poder del pecado en nuestra naturaleza humana pecaminosa.

Dios, quien no retuvo a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿no nos dará gratuitamente todas las cosas?

Cristo murió por todos para que ya no vivieran para sí mismos, sino para él, quien murió y resucitó para ellos.

Dios hizo que Jesús, quien nunca pecó, experimentara las consecuencias del pecado para que nosotros pudiéramos tener un carácter recto, así como Dios es recto.

Pero en el momento apropiado Dios envió a su hijo, nacido de una mujer, nacido bajo el gobierno de la ley,

Él se entregó a fin de que todos pudiéramos ser rescatados nuevamente, demostrando la evidencia a su debido tiempo.

Tú amas lo recto, y aborreces el desorden. Es por eso que Dios, tu Dios, te ha puesto por encima de todos los demás, ungiéndote con el aceite del gozo”.

Por eso, cuando Cristo vino al mundo dijo: “Tú no querías sacrificios ni ofrendas, sino que preparaste un cuerpo para mí.

Por fe en Dios Enoc fue llevado al cielo para que no experimentara la muerte. Y no pudieron encontrarlo en la tierra porque fue llevado al cielo. Y antes de esto, a Enoc se le conocía como alguien que agradaba a Dios.

Debemos seguir con la mirada puesta en Jesús, el autor y perfeccionador de nuestra fe en Dios. Pues por el gozo que tenía delante, Jesús soportó la cruz, sin importarle su vergüenza, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

Lo hiciste un poco inferior a los ángeles; lo coronaste con gloria y honra, y lo pusiste por encima de toda tu creación.

En consecuencia, tiene el poder para salvar por completo a los que se acercan a Dios por medio de él, viviendo siempre para rogar su caso a favor de ellos.

Como es responsabilidad de todo sumo sacerdote ofrecer dones y sacrificios, este sumo sacerdote también tiene algo que ofrecer.

Por medio de él, ustedes creen en Dios, quien lo levantó de los muertos, y lo glorificó, para que ustedes puedan confiar y tener esperanza en Dios.

Por él son perdonados nuestros pecados, y no solo los nuestros, sino los de todo el mundo.

Sus ojos eran como fuego ardiente. En su cabeza había muchas coronas. Tenía escrito un nombre que nadie conoce, excepto él.

Ellos cantaban un cántico nuevo: “Tú eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos, pues tú fuiste inmolado y con tu sangre redimiste para Dios gentes de toda tribu, lengua, pueblo y nación.




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