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Referencias Cruzadas

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Hageo 2:19

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La semilla aún está en el granero. La viña, la higuera, el árbol de granada, y el árbol de olivo no han dado fruto todavía. Pero a partir de este día te bendeciré.

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19 Referencias Cruzadas  

Isaac volvió a sembrar ese año, y el Señor lo bendijo con una cosecha que fue cien veces más grande que lo que había sembrado.

¿Estás seguro de que recogerá tu grano y lo llevará a tu era?

Es como el rocío de Hermón que cae sobre las montañas de Sión. Es ahí donde Dios da su bendición y la vida eterna.

Señor Todopoderoso, cuán felices son aquellos que confían en ti.

Volverán y celebrarán con gritos de alegría en el monte Sión; sus rostros resplandecerán ante los maravillosos regalos del Señor: el grano, el vino nuevo y el aceite de oliva, y las crías de sus rebaños y manadas. Su vida será como un jardín bien regado; y no volverán a deprimirse.

Daré a mis sacerdotes todo lo que necesitan y más, y mi pueblo estará más que satisfecho de mi bondad para con ellos, declara el Señor.

Los viñedos están resecos, y la higuera se marchita; los árboles de granada, palma y durazno, todos los árboles frutales se han secado, al tiempo que la felicidad del pueblo.

¿Y quién sabe si cambia de opinión y te bendice para que puedas ofrendar el grano y el vino al Señor tu Dios?

¡Invoqué una sequía sobre la tierra, sobre las colinas, sobre los campos de granos, sobre los viñedos y olivares—todo lo que produce la tierra—así como sobre las personas y el ganado, y sobre todo lo que haces!

Traigan todo el diezmo a la tesorería para que haya alimento en mi Templo. Pruébenme en esto, dice el Señor Todopoderoso, y yo abriré las ventanas de los cielos y haré que sobreabunden las bendiciones tanto que no tendrán lugar para ellas.

Busquen su reino en primer lugar, y su senda de justicia, y todo se les dará.

Dales una y otra vez, y hazlo sin enojo. Cuando das generosamente, el Señor tu Dios te bendecirá en todo tu trabajo y en todo lo que emprendas.

Entonces el Señor te golpeará con una enfermedad que te hará consumir, con una fiebre severa e hinchazón como si te estuvieras quemando, mientras que tus cosechas serán dañadas por la sequía y la plaga y el moho. Estos te atacarán hasta que mueras.




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