“Y él me dijo: ‘El Señor, en cuya presencia he vivido mi vida, enviará a su ángel contigo, y hará que tu viaje sea exitoso. Encontrarás una esposa entre mi familia, de la familia de mi padre.
Jacob, su padre, los acusó: “Me han quitado a José, ¡se ha ido! ¡Simeón también se ha ido! ¡Ahora quieren llevarse a Benjamín! ¡Soy yo el que está sufriendo por todo esto!”
Esta es la historia de Noé y su familia. Noé era un hombre íntegro, que vivía una vida con principios morales entre las personas de su época. Él tenía una relación estrecha con Dios.
Eliseo vio lo ocurrido y gritó: “¡Padre mío! ¡Padre mío! ¡Mira! ¡Los carros y los jinetes de Israel!” Entonces Eliseo ya no pudo verlo. Tomó sus ropas y las hizo pedazos.
Esto es lo que dice el Señor: El sonido de un terrible llanto y de un lamento se oye en Ramá. Es Raquel que llora por sus hijos. Están muertos, y ella no puede ser consolada