Una vez que el dinero de Egipto y Canaán se había acabado, todos los egipcios vinieron a José y le exigieron: “¡Danos comida! ¿Quieres que muramos delante de ti? ¡Hemos perdido todo nuestro dinero!”
Sin embargo, cuando recojan la cosecha, tienen que dar una quinta parte al Faraón. Las otras cuatro quintas partes las podrán guardar como semilla para los campos y como alimento para ustedes mismos, sus hogares y sus hijos”.
Cuando llegaron a Sucot, Gedeón le pidió al pueblo de allí: “Por favor, dénles algo de pan a los hombres que vienen conmigo porque están agotados; estoy persiguiendo a Zeba y Zalmuna, los reyes madianitas”.
Pregúntales a tus hombres y ellos te lo confirmarán. Por favor, sean amables con mis hombres, sobre todo porque hemos venido en este día de fiesta. Por favor, danos la comida que puedas a nosotros y a tu buen amigo David’”.