Así que salieron de Egipto y volvieron a la casa de su padre Jacob, en el país de Canaán.
Cuando llegaron a casa en Canaán, le contaron a su padre Jacob todo lo que había pasado.
Luego vio a sus hermanos irse, y cuando se fueron les dijo: “¡No discutan en el camino!”
“¡José sigue vivo!” le dijeron. “¡Es verdad, y él es el gobernante de todo el país de Egipto!” Jacob se quedó atónito con la noticia, ¡no podía creerlo!