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Referencias Cruzadas
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Génesis 44:16

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“Mi señor, ¿qué podemos decir?” respondió Judá. “¿Cómo podemos explicarte esto? ¿De qué manera podemos probar nuestra inocencia? Dios ha expuesto la culpa de tus siervos. Mi señor, somos tus esclavos, todos nosotros, incluyendo el que fue encontrado con la copa”

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25 Referencias Cruzadas  

“Estábamos atando fardos de grano en los campos cuando de repente mi fardo se levantó, y sus fardos se acercaron y se inclinaron ante el mío”.

Luego José tuvo otro sueño y se lo contó a sus hermanos. “Escuchen, tuve otro sueño”, explicó. “El sol y la luna y once estrellas se inclinaban ante mí”.

“¡Yo no haría nada de eso!” respondió José. “Sólo el hombre que fue encontrado con la copa se convertirá en mi esclavo. El resto de ustedes puede regresar con su padre”.

De hecho me di a mí mismo como garantía del muchacho a mi padre. Le dije: ‘¡Si no lo traigo de vuelta a ti, siempre cargaré con la culpa!’

Si alguno de nosotros es encontrado con él, morirá, y todos nosotros nos convertiremos en tus esclavos”.

“¿Qué me estáshaciendo, hombre de Dios?” , le preguntó la mujer a Elías. “¿Has venido a recordarme mis pecados y a provocar la muerte de mi hijo?”

“Pero ahora, Dios nuestro, ¿qué tenemos que decir en nuestro favor después de todo esto? Porque hemos renunciado a seguir tus mandatos

Señor, Dios de Israel, tú procedes con justicia. Hoy somos todo lo que queda, un remanente. Estamos ante ti con nuestra culpa, y por su causa nadie puede permanecer ante ti”.

“Yo no soy nada. No tengo respuestas. Pongo mi mano delante de mi boca.

El Señor odia cuando los malvados son absueltos y los inocentes son condenados.

El culpable de asesinato seguirá huyendo de lo que hizo hasta morir. No trates de detenerlo.

A través de esta experiencia la culpa de Jacob será perdonada. La eliminación de sus pecados dará sus frutos cuando tomen todas las piedras de los altares paganos y las hagan pedazos como si fueran tiza: no quedarán en pie postes de Asera ni altares de incienso.

“Ahora, ustedes que viven en Jerusalén y en Judá, por favor, juzguen entre mi viña y yo.

“Señor, tú siempre haces lo correcto, pero nosotros seguimos avergonzados hasta el día de hoy: nosotros, el pueblo de Judá, los habitantes de Jerusalén y todo Israel, los cercanos y los lejanos, los de todos los países a los que los has expulsado por su infidelidad a ti.

Pero si no lo haces, claramente estarás pecando contra el Señor, y las consecuencias de tu pecado te alcanzarán.

Porque cualquiera que sea el criterio que usen para juzgar a otros, será usado para juzgarlos a ustedes, y cualquiera que sea la medida que ustedes usen para medir a otros, será usada para medirlos a ustedes.

Porque no hay nada oculto que no se revele, nada secreto que no llegue a saberse.

Cuando la gente escuchó esto, sintieron remordimiento de conciencia. Entonces le preguntaron a Pedro y a los apóstoles: “Hermanos, ¿qué debemos hacer?”

Si hay algún argumento jurídico entre dos personas, deben acudir a los tribunales para que se juzgue el caso, a fin de justificar al que tiene razón y condenar al que está equivocado.

Sin embargo, los israelitas no habían sido fieles respecto a las cosas apartadas para el Señor. Acán había tomado algunas de ellas, lo cual hizo que el Señor se enojara mucho con los israelitas. Acán era hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá.

La familia de Zabdi se presentó, y Acán, hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá, fue elegido.

Adoní Bezec dijo: “Tuve setenta reyes con los pulgares y los dedos gordos de los pies cortados recogiendo las sobras de debajo de mi mesa. Ahora Dios me ha devuelto de la misma manera lo que les hice a ellos”. Lo llevaron a Jerusalén, donde murió.




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