“Lo que ustedes digan”, respondió el hombre, “pero sólo el que sea encontrado con él se convertirá en mi esclavo, ya que el resto de ustedes estarán libres de toda culpa”.
“¡Yo no haría nada de eso!” respondió José. “Sólo el hombre que fue encontrado con la copa se convertirá en mi esclavo. El resto de ustedes puede regresar con su padre”.
Pero si ocurre durante el día, entonces alguien es culpable de asesinato. El ladrón debe devolver todo lo robado. Si no tiene nada, entonces debe ser vendido para pagar lo que fue robado.