Entonces les dijo a sus hermanos: “Me han devuelto mi dinero. ¡Está aquí mismo en la parte superior de mi saco!” ¡Estaban horrorizados! Temblando de miedo se preguntaron: “¿Qué es esto que Dios nos ha hecho?”
“¡José sigue vivo!” le dijeron. “¡Es verdad, y él es el gobernante de todo el país de Egipto!” Jacob se quedó atónito con la noticia, ¡no podía creerlo!