Así que José los puso a todos en prisión por tres días.
El comandante de la guardia les asignó a José como su asistente personal. Fueron mantenidos en prisión por algún tiempo.
Así que le preguntó a los oficiales del faraón que estaban presos con él en la casa de su amo, “¿Por qué te ves tan deprimido?”
“Su Majestad se enfadó con algunos de sus oficiales y me encarceló en la casa del comandante de la guardia, junto con el panadero jefe.
Tú has sido muy bueno conmigo, Señor, tal como me lo has prometido.
Serán reunidos, prisioneros en una fosa. Serán encarcelados, y finalmente serán castigados.
Lo detuvieron hasta que quedó claro lo que el Señor quería que hicieran al respecto.
Entonces los arrestaron y los pusieron bajo custodia hasta el día siguiente, pues ya era de noche.
Entonces arrestaron a los apóstoles y los metieron a la cárcel pública.
Ellos nos disciplinaron por un tiempo, en lo que ellos consideraban inapropiado, pero Dios lo hace por nuestro bien, a fin de que podamos participar de su carácter santo.