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Referencias Cruzadas
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Génesis 42:15

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“Así es como se comprobará su historia: Juro por la vida del Faraón que nunca dejarán este país a menos que su hermano menor venga aquí.

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19 Referencias Cruzadas  

“¡Claro que no! ¡Ustedes han venido a descubrir la debilidad de nuestra nación!” insistió.

“Como dije antes, ¡son espías!” declaró José.

Uno de ustedes tendrá que regresar y traer a su otro hermano aquí. Los demás se quedarán aquí en la cárcel hasta que esté claro que dicen la verdad. Si no, entonces juro por la vida del Faraón que esa será la prueba de que son espías”

Pero deben traer a su hermano menor aquí para demostrar que lo que dicen es verdad. Si no, todos ustedes morirán”.Ellos estuvieron de acuerdo en hacer esto.

“El hombre que es el gobernador del país nos habló de manera severa y nos acusó de espiar la tierra”, explicaron.

Entonces tráiganme a su hermano menor. Así sabré que no son espías, sino que dicen la verdad. Les entregaré a su hermano y podrán quedarse en el país y hacer negocios’”.

José los reconoció en cuanto los vio, pero se comportó como un extraño con ellos y les habló con severidad, diciendo: “¿De dónde vienen?” “Del país de Canaán”, le respondieron. “Hemos venido a comprar comida”.

Pero Judá respondió: “El hombre fue firme cuando nos advirtió: ‘No los veré a menos que su hermano venga con ustedes’.

Pero si no lo envías, entonces no iremos, porque el hombre fue muy claro, ‘No los veré a menos que su hermano venga con ustedes’”.

Pueden hacer promesas en mi nombre, pero no son sinceras.

¿Por qué habría de perdonarlos? Tus hijos me han abandonado y creen en dioses que no son dioses. Les he dado todo lo que necesitan, y sin embargo han ido a cometer adulterio, reuniéndose en casas de prostitutas.

Respeta al Señor tu Dios, adórale sólo a él, y haz sólo promesas en su nombre.

Por encima de todo, amigos, no juren. No juren por el cielo, ni por la tierra, ni hagan ningún otro tipo de juramento. Simplemente digan sí, o no, para que no caigan en condenación.

“Por favor, mi señor”, dijo Ana, “con toda seguridad, mi señor, yo soy la mujer que estuvo aquí con usted orando al Señor.

Cuando Saúl vio que David salía a luchar contra el filisteo, le preguntó a Abner, el comandante del ejército: “Abner, ¿de quién es hijo ese joven?” “Por su vida, Su Majestad, no lo sé”, respondió Abner.

Pero David volvió a jurar: “Tu padre sabe muy bien que soy tu amigo, y por eso seguro ha pensado: ‘Jonatán no puede enterarse de esto, porque si no se enfadará mucho’. Te juro por la vida del Señor, y por tu propia vida, que mi vida pende de un hilo”.




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