Su Majestad también debe nombrar funcionarios para que estén a cargo de la tierra, y hacer que recojan una quinta parte del producto del país durante los siete años de abundancia.
Deben recoger todos los alimentos durante los años buenos que se avecinan, y almacenar el grano bajo la autoridad del Faraón, manteniéndolo bajo vigilancia para proporcionar alimentos a los pueblos.
Sin embargo, cuando recojan la cosecha, tienen que dar una quinta parte al Faraón. Las otras cuatro quintas partes las podrán guardar como semilla para los campos y como alimento para ustedes mismos, sus hogares y sus hijos”.
Así que José hizo una ley para Egipto, que sigue vigente hoy en día: Que una quinta parte de todos los productos de la tierra pertenecen al Faraón. Sólo la tierra de los sacerdotes estaba exenta ya que no pertenecía al Faraón.
Los hombres hicieron un trabajo bueno y honesto. Al frente de ellos estaban Jahat y Abdías, levitas de los hijos de Merari; y Zacarías y Mesulam, levitas de los hijos de los coatitas. Los levitas, todos ellos hábiles músicos,
“Así que invitó a todos los que estaban en deuda con su señor para que vinieran a reunirse con él. Al primero le preguntó: ‘¿Cuánto le debes a mi señor?’