Su Majestad también debe nombrar funcionarios para que estén a cargo de la tierra, y hacer que recojan una quinta parte del producto del país durante los siete años de abundancia.
“Así que, Majestad, hazme caso. Deja de pecar y haz lo que es correcto. Acaba con tus iniquidades y sé misericordioso con los oprimidos. Tal vez entonces las cosas sigan yendo bien para ti”.