“Rubén: Tú eres mi primogénito, concebido cuando era fuerte, nacido cuando era vigoroso. Estuviste por encima de todos los demás en posición y en poder.
Los descendientes de Rubén, (que era el hijo primogénito de Israel), hombres de veinte años o más, fueron registrados por nombre según los registros genealógicos de su tribu y familias. Y todos los hombres registrados que estaban aptos para servir en el ejército
Dios también le dio a Abrahán el pacto de la circuncisión, y por eso, cuando nació Isaac, Abrahán lo circuncidó al octavo día. Isaac fue el padre de Jacob, y Jacob el padre de los doce patriarcas.
Esta fue la tierra asignada a la tribu de Judá, por familias: se extendía hacia el sur hasta la frontera de Edom, hasta el desierto de Zin en el extremo sur.
Algunos vinieron de Efraín, tierra que solía pertenecer a los amalecitas; la tribu de Benjamín te siguió con sus hombres. Los comandantes vinieron de Maquir; de Zabulón vinieron los que llevan el bastón de mando de un militar.
Los ancianos y todo el pueblo presente en la puerta de la ciudad dijeron: “Sí, somos testigos. Que el Señor haga que la mujer que viene a tu casa sea como Raquel y Lea, que entre ambas dieron a luz al pueblo de Israel. Que seas próspera en Efrata y famosa en Belén.