Génesis 32:9

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Entonces Jacob oró: “¡Dios de mi abuelo Abraham, Dios de mi padre Isaac! Señor, tú fuiste quien me dijo: ‘Vuelve a tu país y a la casa de tu familia, y te trataré bien’

Referencias Cruzadas

Génesis 31:42

Si no fuera por el Dios de mi padre, el Dios de Abraham, el increíble Dios de Isaac, quien me cuidó, me habrías despedido sin nada. Pero Dios vio mi sufrimiento, lo duro que trabajé y te condenó anoche”.

Génesis 31:13

Yo soy el Dios de Betel, donde echaste el aceite de oliva sobre el pilar de piedra y me hiciste una promesa solemne. Ahora prepárate para salir de esta tierra, y devuélvete a la tierra de tus padres’”.

Génesis 28:13

Entonces vio al Señor que estaba en pie sobre él, y que dijo: “Yo soy el Señor, el Dios de tu padre Abraham, y el Dios de Isaac. Yo te doy a ti y a tus descendientes la tierra en la que estás acostado ahora.

Génesis 31:3

Entonces El Señor le dijo a Jacob: “Regresa al país de tus antepasados, al hogar de tus padres. Y yo estaré contigo”.

Salmos 50:15

y llámenme cuando estén en problemas. Los rescataré, y me agradecerán”.

Génesis 31:53

Que el Dios de Abraham y el Dios de Nacor, el Dios de nuestros antepasados, sea el que juzgue entre nosotros cualquier disputa”. Jacob, a su vez, hizo la solemne promesa en nombre de maravilloso Dios de su padre Isaac.

Salmos 91:15

Cuando clamen a mí pro ayuda, Responderé; cuando estén en problemas, Estaré con ellos. Los salvaré y los honraré.

2 Crónicas 32:20

El rey Ezequías y el profeta Isaías, hijo de Amoz, apelaron sobre esto en oración al Dios del cielo.

2 Crónicas 20:6

y dijo: “Señor, Dios de nuestros antepasados, ¿no eres tú el Dios del cielo? ¿No dominas todos los reinos terrestres? Posees fuerza y poder, y nadie puede enfrentarse a ti.

1 Samuel 30:6

David estaba en un gran apuro, porque los hombres estaban tan molestos por la pérdida de sus hijos que empezaron a hablar de apedrearlo. Pero confiando en el Señor, su Dios,

Éxodo 3:6

Luego dijo: “Soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob”. Moisés se cubrió el rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.

Génesis 31:29

Podría castigarte, pero el Dios de tu padre me habló anoche y me dijo: ‘Cuidado con lo que le dices a Jacob. No intentes persuadirlo para que vuelva, ni tampoco lo amenaces’.

Génesis 17:7

Yo te prometo guardar mi pacto contigo, y con tus descendientes, por todas las generaciones futuras. Este es un pacto eterno. Yo siempre seré tu Dios y el Dios de tus descendientes.

2 Crónicas 20:12

Dios nuestro, ¿no los castigarás, porque no tenemos poder para enfrentar a un ejército tan grande que marcha contra nosotros? No sabemos qué hacer. Buscamos tu ayuda”.

Génesis 28:15

¡Escucha! Yo estoy contigo y te cuidaré dondequiera que vayas. Yo te traeré de regreso a esta tierra. No te abandonaré, porque voy a hacer lo que te prometí”.

Génesis 32:8

diciéndose a sí mismo: “Si Esaú viene y destruye un grupo, el otro puede escapar”.

Génesis 49:25

El Dios de tu padre te ayudará y el Todopoderoso te bendecirá con bendiciones de los cielos de arriba, con bendiciones de las profundidades abajo, con bendiciones para muchos hijos.

Jeremías 32:16

Después de entregar la escritura de venta a Baruc hijo de Nerías, oré al Señor: