Cuando las hembras estaban a punto de dar a luz, Jacob puso las varas en los bebederos donde los rebaños pudieran verlas mientras se apareaban.
Y puso las varas que había pelado en los bebederos de los rebaños, pues ahí era donde se apareaban.
Entonces Jacob separó a todos estos. Entonces hizo que su rebaño se pusiera de frente al rebaño de Labán que tenía rayas y era de pelaje oscuro. Así fue como pudo mantener a su rebaño separado del rebaño de Labán.
Pero Jacob no hizo esto con las hembras más débiles. Las más débiles se fueron del lado de Labán, y las más fuertes se fueron del lado de Jacob.