Entonces Jacob separó a todos estos. Entonces hizo que su rebaño se pusiera de frente al rebaño de Labán que tenía rayas y era de pelaje oscuro. Así fue como pudo mantener a su rebaño separado del rebaño de Labán.
“He trabajado para ti durante estos últimos veinte años, y durante ese tiempo ninguna de tus ovejas y cabras ha abortado, ni yo he comido ni un solo carnero de tu rebaño.
Si no fuera por el Dios de mi padre, el Dios de Abraham, el increíble Dios de Isaac, quien me cuidó, me habrías despedido sin nada. Pero Dios vio mi sufrimiento, lo duro que trabajé y te condenó anoche”.
Cuando dijo: ‘Te pagaré con cabras pintadas,’ entonces en todo el rebaño solo había cabritas jóvenes pintadas. Cuando dijo: ‘Te pagaré con cabras con rayas,’ entonces en todo el rebaño solo había cabras jóvenes con rayas.