Entonces Dios prestó atención a Raquel, y escuchó sus plegarias, y la ayudó a tener hijos.
Isaac oró al Señor pidiendo su ayuda en favor de su esposa porque no podía tener hijos. El Señor respondió su oración y ella quedó embarazada.
Y el Señor vio que Lea no era amada, y la ayudó a tener hijos. Pero no hizo lo mismo con Raquel.
Jacob se enojó con Raquel y le dijo: “¿Acaso soy Dios? ¿Crees que soy el que impide que puedas tener hijos?”
Tiempo después, Lea tuvo una hija a la cual llamó Dina.
Los hijos de Raquel: Joséy Benjamín.
Pero Dios no se había olvidado de Noé y de todos los animales salvajes y el ganado que estaba con él en el arca. Dios envió un viento fuerte sobre la tierra, y las aguas comenzaron a bajar.
Porque él recordó su pacto santo con su siervo Abraham.
Alegra el hogar de la mujer estériles dándoles hijos. ¡Alaben al Señor!
Ciertamente los hijos son un regalo del Señor, porque la familia es una bendición.