Térajtomó a su hijo Abrán, a su nieto Lot, (quien era el hijo de Arám), a su nuera Sarai, (que era la esposa de su hijo Abrán), y se fue de Ur de los caldeos para mudarse a Canaán. Llegaron hasta Harán y se quedaron a vivir allí.
Entonces el siervo preparó diez camellos de su señor para llevar todo tipo de regalos de parte de Abraham y se fue hacia la ciudad de Nacor, en Aram-Najaraim.
La práctica común era que cuando todos los rebaños llegaban, los pastores rodaban la piedra de la boca del pozo y le daban agua a las ovejas, y luego colocaban la piedra en su lugar nuevamente.
“¡Hermanos y padres, escúchenme!” respondió Esteban. “Dios apareció en su gloria a nuestro padre Abrahán, cuando vivía en Mesopotamia, antes de que se mudara a Harán.
Y Abrahán se marchó de esa tierra de los Caldeos y vivió en Harán. Después de la muerte de su padre, Dios lo envió aquí a este país donde ahora viven ustedes.