Cuando Jacob vio a Raquel, la hija de Labán, que era el hermano de su madre, subió y rodó la piedra del pozo para que las ovejas de Labán pudieran beber agua.
Entonces Jacob besó a Raquel y lloró de alegría.
Mientras aún hablaban, llegó Raquel con el rebaño que pastoreaba para su padre.
las siete hijas del sacerdote de Madiánvinieron a buscar agua para llenar los bebederos a fin de que el rebaño de su padre pudiera beber.
Entonces llegaron unos pastores y las echaron de allí, pero Moisés intervino y las puso a salvo, y le dio de beber a su rebaño.