Tus descendientes serán tantos como el polvo de la tierra, y se esparcirán de oriente a occidente, y de norte a sur. Todos sobre la tierra serán benditos por tus descendientes.
Y tendrás tantos descendientes que serán como el polvo de la tierra. ¡Quien quiera contara tus descendientes será quien pueda contar el polvo de la tierra!
puedes estar seguro de que te bendeciré y te daré muchos descendientes. Serán tan numerosos como las estrellas del cielo y la arena del mar, y conquistarán a sus enemigos.
Yo haré que tu descendencia sea tan numerosa como las estrellas del cielo, y les daré todas estas tierras. Todas las naciones de la tierra serán benditas por tus descendientes,
Tú mismo me dijiste: ‘Sin duda alguna te trataré bien. Haré que tus descendientes sean tan numerosos como la arena de la playa, demasiados para contarlos’”.
el Ángel que me ha salvado de todo tipo de problemas, bendiga a estos muchachos. Que mi nombre y los nombres de mi abuelo Abraham y de mi padre Isaac continúen a través de ellos, y que tengan muchos descendientes que se extiendan por toda la tierra”.
Pero su padre se negó, diciendo: “Yo sé lo que hago. Manasés también se convertirá en un pueblo importante, pero su hermano menor será más grande que él, y sus descendientes se convertirán en una gran nación”.
Señor Dios, por favor, cumple la promesa que le hiciste a mi padre David. Me has hecho rey de una nación que tiene tanta gente como el polvo de la tierra.
Recuerda que juraste una promesa a tus siervos Abraham, Isaac y Jacob, diciéndoles: ‘Haré que tu descendencia sea tan numerosa como las estrellas del cielo, y te daré toda la tierra que les prometí, y la poseerán para siempre’”.
Te vas a extender a diestro y siniestro; tus descendientes se apoderarán de la tierra de otras naciones y vivirán en ciudades que antes estaban abandonadas.
“¿Quién puede contar los descendientes de Jacob? ¡Son tantos que son como el polvo! ¿Quién puede contar hasta una cuarta parte de los israelitas? “¡Me gustaría morir como muere una persona buena! ¡Que el fin de mi vida sea como el fin de ellos!”
Ustedes son hijos de los profetas, y del acuerdo que Dios hizo con sus padres cuando le dijo a Abrahán: ‘Por medio de tus descendientes todas las familias de la tierra serán benditas’.
En la Escritura estaba predicho que Dios justificaría a los extranjeros que creyeran en él. La buena noticia fue revelada a Abraham de antemano con las palabras: “A través de ti serán benditas todas las naciones”.
Alabado sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien nos ha bendecido en Cristo con todo lo que es espiritualmente bueno en el mundo celestial,
No tomen para ustedes nada de lo que ha sido apartado para la destrucción, para que el Señor no se enfade más. Él será misericordioso con ustedes, mostrándoles compasión y dándoles muchos descendientes como se lo prometió a sus antepasados,
Y se me dijo el número de los que fueron sellados: ciento cuarenta y cuatro mil. Los que fueron sellados provenían de cada una de las tribus de los hijos de Israel:
Después de esto mire y vi una gran multitud que nadie podía contar, compuesta de toda nación, tribu, pueblo y lengua. Estaban en pie frente al trono y el Cordero, vestidos con túnicas blancas, con ramas de palmeras en sus manos.