Ahora bien, en lo que a Ismael se refiere, escuché lo que dijiste y también lo bendeciré. Me aseguraré de que tenga muchos descendientes. Será el padre de doce príncipes, y yo lo convertiré en una gran nación.
Que grite la gente del desierto y de sus ciudades; que grite en voz alta la gente de las aldeas de Cedar. Que los pueblos de Sela canten de alegría; que griten desde las cimas de las montañas.
Todos los rebaños de Cedar serán traídos a ti, los carneros de Nebaiot serán puestos a tu disposición. Los aceptaré cuando sean sacrificados en mi altar, y glorificaré el Templo donde me honran.
Profecía sobre la tierra de Cedar y los reinos de Hazor que fueron atacados por Nabucodonosor, rey de Babilonia. Esto es lo que dice el Señor: Ve y ataca a Cedar; ¡destruye a los pueblos del oriente!
Entonces Gedeón dijo: “Tengo una petición que hacerles: que cada uno de ustedes me dé un pendiente de su botín”. (Sus enemigos eran ismaelitas y llevaban pendientes de oro).